Ansiedad Málaga
Se habla mucho sobre lo qué es la ansiedad y sobre cómo se manifiesta. Espero darte una visión interesante, que te ayude a saber qué es y cómo combatir la ansiedad.
En mi consulta de psicología en Málaga trato a muchos pacientes que sufren ansiedad. De hecho la ansiedad puede ser la consecuencia de una larga lista de problemas, y que son relativamente fáciles de tratar.
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En este artículo puedes encontrar toda la información referente a la ansiedad, para que puedas comprobar si es o no lo que ahora mismo sientes.
La ansiedad es uno de los principales motivos por los que se hace terapia para adultos. De hecho en mi centro de psicología en Málaga hemos ayudado a muchos pacientes a superar este problema tan generalizado.
Ahora hablemos un poco más sobre la ansiedad en Málaga.
Los psicólogos acostumbramos a trabajar siempre con problemas que tienen que ver con la sensación de malestar constante, angustia, o también llamada ansiedad, pero también con el estado de ánimo triste, o lo que conocemos todos como depresión. Dado que el tema que nos atañe es el de cómo combatir la ansiedad, en este artículo hablaremos de la ansiedad, con la intención de conocer la manera de reducir y acabar con la ansiedad que nos perturba.
¿Qué es la Ansiedad?
Si lo primero que te preguntas es qué es la ansiedad, te lo puedo resumir en esta sencilla frase: es una Señal de Peligro.
Ahora lo vamos a explicar un poco más.
La ansiedad es una señal que tiene nuestro cuerpo y que nos avisa de un peligro que amenaza nuestra integridad física. Imagínatelo de este modo: si tuvieses a un león a unos metros de distancia, ¿crees que aparecería esa señal de peligro? A no ser que seas un domador de leones experimentado, vas a notar cambios que se manifiestan en el cuerpo y la mente, y te van a preparar para salir corriendo.
Para que entiendas mejor el caso veamos otro ejemplo: imagina que te llama esa persona a la que no le quieres coger el teléfono, o esa persona que te gusta pero no sabe que a ti te gusta.
¡Qué sensaciones más raras! ¿a que sí?.
En el primer ejemplo la ansiedad parece una reacción lógica, pero en los otros dos ejemplos ya empieza a fastidiar. Incluso en el ejemplo de la persona que te gusta, puede parecer contradictorio. Pues nada más lejos de la realidad.
Tipos de ansiedad
Si te parece extraño que esa señal de peligro se active en estos dos últimos casos, verás ahora que no es tan incoherente. La cuestión es que, podríamos distinguir la ansiedad de dos formas: ansiedad útil y ansiedad limitante, o como se estudia en psicología, ansiedad facilitadora o ansiedad inhibitoria.
Estamos de acuerdo en que la señal de peligro ante un león te va a venir bastante bien, pero en los otros dos casos es una sensación que no solemos agradecer mucho porque es una ansiedad limitante o inhibitoria (usémoslo como sinónimos).
Entonces, te lanzo la siguiente pregunta:
Cuanto más lo evito, más peligroso lo interpreta el cerebro.
¿La ansiedad es buena o es mala?
Si tu respuesta es “depende”, te voy a poner un 5 por no justificar la respuesta. En cambio, si tu respuesta se parece a “cuando nos permite sobrevivir, la ansiedad es buena”, entonces ya tienes un 8. Si además lo completas con algo como “y cuando la ansiedad no nos avisa de un peligro real, es mala/desadaptativa/inhibitoria/limitante” entonces te pongo matrícula de honor.
Y es que la ansiedad es, por naturaleza ÚTIL. Los psicólogos de ansiedad Málaga acostumbramos a que nos hagan la pregunta de si la ansiedad se terminará por ir. En mi caso, suelo responder esto: espero que no, eso significaría que no puedes estar viviendo. Evidentemente entiendo que se refieren a esa ansiedad LIMITANTE, y esta se puede combatir.
Cuando tenemos ansiedad, muchas veces no nos preguntamos qué es, sino que rápidamente nos asustamos y nos frustramos con esas sensaciones que nos bloquean. Pues como ya hemos explicado antes, es una señal que te avisa de un peligro. Seguramente estarás pensando ahora “pero no todo lo que me da ansiedad lo vivo como peligroso”. Entonces nos vamos a la próxima pregunta.
La ansiedad ni se crea ni se destruye, se transforma en supervivencia.
¿Por qué me producen tantas cosas ansiedad?
Aquí la respuesta es un poco más compleja, pero la intentaremos desmenuzar en dos pautas. Para entender las causas de la ansiedad debemos abordar esta cuestión de manera prioritaria. Cuando nos encontramos ante un estímulo, es decir, se nos presenta una situación ante la que interaccionar (sea una persona, una conversación, un pensamiento, un movimiento propio o ajeno, etc.), de manera rápida e inconsciente realizamos dos evaluaciones:
- ¿Esto que tengo delante es peligroso?
- No. Entonces no aparece la ansiedad.
- Sí. Siguiente pregunta.
- ¿Puedo afrontarlo?
- Sí, tengo recursos suficientes y/o adecuados. La ansiedad es moderada.
- No, no tengo recursos o no sé ponerlos en práctica. La ansiedad se dispara.
Es posible que muchas de las situaciones que nos generan ansiedad se traten de momentos o problemas que, de hecho, sí podríamos resolver, pero que hemos llegado a pensar que no somos capaces de resolverlos. Esto es por ejemplo lo que ocurre cuando tratamos de aprender algo nuevo y nos cuesta ver la solución. Sabemos que con práctica hemos logrado muchas cosas en el pasado, pero tendemos a pensar que no somos capaces de hacer muchas cosas. Más aún si, además, vemos como algo peligroso lo que nos ocurre.
De manera continuada, es frecuente que se acumulen muchas cosas que nos producen ansiedad.
Es posible que el estímulo que nos parece peligroso, de hecho, no lo sea si lo miramos bien de cerca. Esto ocurre cuando creemos que hay una consecuencia horrible basada en una creencia irracional, pero para eso hablamos del tema en el post dedicado para ello.
Si reevaluásemos lo que nos sucede y entendiésemos que no es tan peligroso, seguramente la ansiedad bajaría. Pero si también entendemos que además tenemos opciones para resolver esas situaciones, la ansiedad baja más todavía.
Tip para diferenciar: el estresor es la causa, la ansiedad es la sensación consecuente.
Síntomas de la ansiedad
Los síntomas de la ansiedad pueden ser muchos y variados. Las sensaciones más comunes son las taquicardias, aumento de presión arterial, liberación de adrenalina, contracción de músculos o sudores fríos. También existen otras manifestaciones como pensamientos obsesivos, parálisis del cuerpo, respiración agitada, pensamientos intrusivos o dificultad de concentración. Incluso a veces otras sensaciones desagradables como mareos, náuseas, vómitos o dolores de cabeza. En ocasiones, las personas pueden llegar a pensar que pueden sufrir un infarto debido a la ansiedad. Pues bien, la ansiedad no mata ni produce infartos por sí misma. Tema distinto es tener alguna enfermedad cardiorrespiratoria previa, pero de por sí, la ansiedad no mata.
La ansiedad, del mismo modo que puede subir a un pico alto, termina por bajar, y es que no tiene otra función sino la de avisarnos de que estamos en peligro, por eso mismo no nos va a matar, porque su función es ayudarnos a SOBREVIVIR. Los síntomas tienen una función de supervivencia, por tanto.
Ahora bien, si su función es sobrevivir, tendremos que prestar atención solo a aquellos casos en los que el peligro del que tenemos que sobrevivir es real o se corresponde con ideas irracionales. Y, sobre todo, tendremos que saber si tenemos los recursos necesarios para hacerles frente a esos peligros.
Para detectar la naturaleza de los episodios de ansiedad que puedas sufrir deberías acudir a un profesional psicólogo. Una vez detectada podrás saber cómo combatir la ansiedad.
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